Lo que el viento no puede volverse a llevar
Desde el pasado septiembre nuestra vida se traduce
entre el antes y después de María. Como paciente de salud mental muchos de mis días se
reducen a arrastrarme para salir de la cama, empujarme algo de desayuno,
preocuparme por cómo será mi día de trabajo, añorar el final de la jornada
laboral y rogar porque el sueño llegue con suficiente tiempo para no levantarme
destruida al día siguiente. Estos sentimientos fueron mejorando ya que durante
más de dos años he estado asistiendo semanalmente a terapias individuales y
grupales de Terapia Dialéctica Conductual o DBT (por sus siglas en inglés).
El año pasado, cuando anunciaron el paso del
huracán María por Puerto Rico, tanto mi psicólogo como yo nos sentimos
confiados de que estaba preparada para lo que venía. Como parte de mis
preparativos para el huracán aseguré mis módulos y todo lo relacionado con
auto-regulación emocional y sobrevivencia de crisis. Me sentí segura y
tranquila de tener todas mis destrezas a la mano, pero jamás pensé en el
“después” o mejor dicho, no pensé cuánto duraría ese después.
Jamás voy a olvidar la pesadilla de levantarme a
las 3 de la mañana con el rugido monstruoso del viento dando en las ventanas de
mi cuarto, el crujido de las ramas de los árboles partiéndose y volando como
proyectiles, las explosiones de los transformadores, el ruido incansable del
agua entrando por todos los espacios mínimamente abiertos de la casa, hasta
llegarme a los tobillos, los días de lluvia luego de la tormenta… en fin,
pasará mucho tiempo antes de poder olvidar esos días tan horribles y la odisea
que nos tocó vivir luego.
Si la recuperación fue difícil para todos los
puertorriqueños, imagínense cuán difícil fue para las personas que padecemos de
condiciones mentales. Yo sé que muchas personas pasaron por cosas peores que
yo, también sé que a otros les fue mejor, pero eso no fue, ni es, consuelo para
ninguno. En su desconocimiento y tratando de ayudar, estuve meses escuchando
comentarios (invalidantes) como: “al menos tienes salud”, “al menos tienes
casa”, “al menos tienes comida”, “al menos tienes trabajo”, “al menos tienes
luz un par de horas por la planta”, ¡estaba harta de los “al menos”! Sí, era
cierto, pero llevaba meses sobreviviendo. Por malagradecida que pareciera, el
hecho de no haberlo perdido todo no hacía que me sintiera mejor. Sí, tenía
salud… FÍSICA. Sí, tenía comida, luego de horas de fila. Sí, tenía planta; a
razón de un dinero que NO me sobraba. Y sí, también tenía trabajo, pero ¿¡con
qué ánimo!? Yo entiendo que tal vez no saben que decir, pero a veces lo único
que estamos buscando es un oído, no un consejo y no es mal agradecimiento, es
que a veces los consejos pueden ser detonantes en situaciones de
vulnerabilidad.
Contrario a todo el estigma y la información
errónea que hay en Internet sobre quienes padecemos BPD, somos personas súper
sensibles, empáticas y emocionales, por lo que mi sufrimiento no sólo era por
mi situación, todo lo que nos rodeaba era abrumador y, en mi casa lo fue por 6
meses en lo que se restableció el sistema eléctrico.
A un año de María he logrado volver al lugar en el
que estaba antes pero pienso que soy más fuerte. Sobreviví a todos esos meses
de angustia y aunque me da pánico pensar en que vuelva a pasar otro desastre,
puedo enumerar varias cosas que luego del tiempo he pensado que pude hacer
diferente y que podrían ayudarnos a sobrevivir mejor.
En la lista que escribí a continuación, voy a hacer
referencia a términos que he aprendido en la Terapia Dialéctica Conductual, por
lo que me parece apropiado que tengan acceso a un manual gratuito en el que
puedan buscar más destrezas de las que voy a mencionar. (http://www.millercounselingserv.com/uploads/9/0/5/1/90518949/dbt_skills_workbook.pdf).
¿Cómo prepararnos mejor para una crisis debido a un
desastre natural?
Habiendo pasado por la experiencia de María y
sobrevivido para contarlo, creo que el primer consejo sería escribir todo lo
que nos causó angustia y ver qué podríamos hacer diferente en una futura
ocasión.
1. Por más doloroso que
sea, es importante tratar de recordar (y anotar) si nuestras emociones
durante ese tiempo estaban de acuerdo a lo que estábamos pasando o si
estábamos catastrofizando, y tener en cuenta que somos más sensibles y
emocionales que los demás por lo que no debemos pedir opiniones externas
para este análisis.
2. Nuestra alacena debe
contar con alimentos no perecederos SIEMPRE. De esta forma evitamos las
multitudes comprando a última hora. No hay que tener un mes de
provisiones, es suficiente con tener alimentos para varios días en lo que
pasa lo peor.
3. Además es SÚPER
importante corroborar los hechos antes de tomar decisiones anticipadas por
lo que tenemos que mantener la información sobre el fenómeno lo más real
posible utilizando fuentes confiables y no las redes sociales y
comentarios sensacionalistas de personas que no sean EXPERTOS en
meteorología.
4. Si hay una amenaza
real, debemos tener a la mano todos los medicamentos necesarios para
nuestra condición así como nuestro kit de tolerancia de angustia y
sobrevivir crisis.
5. Durante los días
antes, debemos prepararnos lo mejor que podamos y si tenemos que irnos de
nuestra casa, hacer una lista de cosas que nos puedan sacar del stress de
estar rodeados de otras personas (usando destrezas de auto cuidado y
distracción). Además, debemos hablar con alguna persona de confianza sobre
nuestra condición para que esté pendiente de nuestro comportamiento y nos
pueda ayudar a regularnos en caso de necesitarlo.
6. Luego del desastre es
importante tratar de volver a nuestra rutina lo antes posible. Me refiero
a terapias, estudios y trabajo, y aunque estas cosas están fuera de
nuestro alcance, podemos mantener comunicación con las personas indicadas
para retomarlas a la mayor brevedad.
7. Por último, es importante recordar que estamos bendecidos de vivir
en una isla tropical en donde los desastres naturales se limitan a
huracanes (que no son todos los años) y no vemos tornados, tormentas
de nieve, erupciones volcánicas o terremotos constantes. Si nos preparamos
con tiempo y con calma, la recuperación es más llevadera.
Aquí les dejo unas fotos de lo que son las
destrezas del DBT resumidas “to go”.