Autor: Dr. Francisco J. Rosario Ortiz
Hoy en día con los retos del mundo moderno, la situación en Puerto Rico y el sin número de dificultades que debemos atender, nos percatamos que vivimos una vida con altos niveles de estrés. Son tantas las responsabilidades que en muchas ocasiones es muy poco el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos y a velar por nuestro bienestar físico y emocional. ¿Qué efectos tiene para la salud emocional y mental la actividad física? ¿Cómo podemos integrar la actividad física y realizar cambios en el estilo de vida para el mejor manejo del estrés, ansiedad, depresión, entre otros? Estas son algunas de las interrogantes que nos llegan cuando hablamos de la actividad física y sus beneficios en la salud mental. Muchas veces no se le da importancia al ejercicio como opción para el cuidado de la salud mental y esta puede ser incorporada como parte de un estilo de vida saludable o como parte de un tratamiento para una condición diagnosticada.
La actividad física, tales como el caminar, correr, nadar, bailar, practicar yoga, entre otros, han demostrado que reducen significativamente los niveles de ansiedad, depresión y estados de ánimo negativos. Además es una forma natural y efectiva de ayudarnos con el manejo de la salud mental y provee grandes beneficios tanto a nivel físico como emocional. Cuando realizamos actividad física, el cuerpo produce endorfinas, los cuales son poderosos químicos en nuestro cerebro que nos brindan energía, nos hacen sentir bien, nos ayuda a aliviar la tensión muscular y nos provee sentido de calma y bienestar. Entre los beneficios que encontramos a través de la actividad física se encuentran: mejor patrón de sueño, incrementa el interés sexual, mejor rendimiento en el día a día, alivio del stress, mejora en el estado de ánimo, la concentración, enfoque, memoria y la atención.
Según el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades para el 2008 se estimó que aproximadamente solo un 25% de la población de los Estados Unidos realizan actividad física regularmente. ¿Por qué es tan difícil hacer actividad física? Esto se puede deber a varios factores tales como: la falta de motivación, incertidumbre de cómo comenzar la actividad física y una de las más comunes, el comenzar un programa de ejercicios que sea muy avanzado o de alto impacto físico el cual puede producir desmotivación en la persona. Para ejercitarse no se necesita estar varias horas en un gimnasio o correr varias millas al día, por lo general se recomienda comenzar con un programa básico de ejercicios de 30 minutos de intensidad moderada por lo menos 3 veces en semana. Si la persona tiene una discapacidad, problemas severos de peso, artritis, lesiones o alguna enfermedad que limite su movilidad es importante hablar con su médico, ya que existen varias alternativas para realizar actividad física según la condición de cada persona.
Es de gran importancia que comencemos a ver la actividad física como un estilo de vida. Analiza tu rutina diaria y busca maneras de implementar ejercicios básicos mientras sigues tu tren de vida. Por ejemplo: limpiar la casa, lavar el carro, hacer jardinería, cortar la grama, limpiar la acera, caminar por el centro comercial o correr bicicleta por la urbanización. Enfócate en actividades que sean de tu agrado, y que requieren que estés en movimiento. Haz de la actividad física algo social, ve con un amigo/a, tu pareja, compañero/a de trabajo o tus hijos. Lo más importante es el hacer de la actividad física algo que sea parte de tu estilo de vida.
~The Mind Project
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