Wednesday, February 22, 2017

¿Cómo criar hijos siendo paciente de salud mental?


17 de febrero de 2017


Al mirar al pasado, no es hasta ahora que puedo realizar que mi vida estuvo rodeada de relaciones y personas tóxicas. Que, además, había sido víctima de maltrato verbal, físico y emocional a lo largo de esta. Pero desde que tuve a mis hijos, había algo que me decía que la crianza de ellos tenía que ser diferente a la mía.

Mis hijos pasaron mucho tiempo en hospitales ya que eran delicados de salud. El primero tuvo problemas gastrointestinales desde pequeño y el segundo tuvo problemas respiratorios desde los 4 meses. Fue difícil luchar con la falta de sueño y las enfermedades. Las ayudas económicas no alcanzaban para pagar los alimentos especiales ni los medicamentos de tratamiento y mantenimiento.

Tuve tiempos de desesperanza y sufrimiento en los que me cuestionaba mi decisión de tener hijos tan joven, pero nunca me arrepentí. Cuando miraba sus caritas y sentía sus manitas acariciarme, me daba cuenta de que no quería nada diferente y me juré que no cometería los mismos errores que cometieron conmigo.

Al haberlos tenido tan joven, aprendí a ser más empática con ellos. Las situaciones que me molestaban, a su vez despertaban memorias desagradables que no quería que ellos tuvieran, y esto me ayudaba a tranquilizarme. En la marcha, aprendí a tener paciencia, mis experiencias fueron aliadas en la crianza de mis hijos en cada etapa de sus vidas y cuando empezaron a necesitar consejos, me sentí útil. Sentí que podía ser la madre que hubiera querido tener.

Durante las peores crisis de mi vida, mis hijos tuvieron un rol importante porque me servían de ancla con la realidad. Mis relaciones sentimentales fueron caóticas y traté de que ellos se afectarán lo menos posible.


Luego de ser diagnosticada, fui clara con ellos, traté de explicarles, los invité a informarse y a buscar ayuda si la necesitaban, pero no fue fácil. Tal vez no fue la mejor idea, ellos estaban en unas edades en las que no necesitaban escuchar mis problemas, sino soluciones a los suyos.


Hace poco descubrí que el mayor se sintió solo, enojado, triste e impotente. Al no saber qué hacer, y pensando que yo necesitaba una ayuda que él no me podía brindar, buscó refugio en amistades que lo llevaron por un camino confuso. Sus errores fueron dolorosos y me sentí fracasada como madre. Luego cuando, sin querer arrastró a su hermano y volvieron a caminar los mismos pasos, realicé que no perdí uno sino el control de los dos.

Pasaron algunos años, tratamientos y hospitales, antes de que lograra perdonarme por las decisiones de ambos, pero pude. Me dí cuenta de que yo di lo mejor de mi como madre, siempre estuve ahí para ellos, los aconsejé como mejor sabía y sus decisiones fueron conscientes, no influenciadas por la crianza que tuvieron.

Hoy solo le puedo dar gracias a Dios por haberme ayudado a sobrevivir esa etapa de mi vida y ayudarme a devolverles el rumbo a mis hijos. Siempre que recuerdo esto me pregunto si compartir mi situación fue lo correcto, pero no encuentro una respuesta convincente.


Así que, ¿cómo se crían los hijos siendo paciente de salud mental? Con el mismo esfuerzo y amor que los criaría cualquier persona que los quiera. Al final, la diferencia mayor la hace nuestra conciencia y mientras más limpia esté, mejor lo hemos hecho.

-Contribuidor de The Mind Project

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